La Paz tiene mucho que ofrecer a pesar que no es la ciudad más bonita de Bolivia. Decidimos quedarnos unos días en el recién inaugurado Selina La Paz para explorar la ciudad y sus alrededores. Las excursiones más comunes fuera de la ciudad son Camino de la Muerte (Yungas), Lago Titicaca y Tiwanaku. Optamos por la última opción ya que el sitio es uno de los lugares arqueológicos más importantes de Bolivia.
Viaje en bus
Decidimos tomar la opción más económica para ir, que era un bus desde la parada frente al Cementerio General de La Paz. Los buses salen desde temprano en la mañana a medida que se vayan llenando. Es posible que te toque esperar unos 20 minutos hasta que lleguen más personas. Compramos un té de coca mientras esperábamos para ayudar con el soroche ya que Tiwanaku queda a 3,850 metros (12,600 pies) de altura.
La tarifa es muy económica para semejante trayecto; pagamos unos cinco dólares para ir y regresar. Demora 90 minutos en llegar y el conductor manejaba como un animal. Tiwanaku se encuentra a 72 kilómetros (44 millas) al oeste de La Paz, cerca de las orillas sur-este del Lago Titicaca. Las personas en el bus estaban con miedo pero ni sentí el viaje como tengo una habilidad increíble de dormir en cualquier objeto en movimiento.
Acordamos con el conductor la hora de partida y procedimos a la taquilla. Debes llevar bolivianos ya que te toca pagar la entrada del Parque Arqueológico de Tiwanaku en efectivo y es más costosa que el traslado. Aparte hay unas pequeñas tiendas que venden snacks y bebidas.
El día que fuimos nos tocó un clima fatal. Nos dijeron que era caliente pero hacía un frío espantoso y llovió gran parte del día. Se puso tan frío que empezó a caer granizo en las ruinas mientras que corríamos a buscar un refugio techado.
Un sitio espiritual
Tiwanaku (también se escribe Tiahuanaco) fue una civilización Pre-colombina que se cree que fue fundada entre 50 a 170 d.C. No se sabe la fecha exacta ya que esta cultura no tuvo lenguaje escrito.
Se cree que su nombre moderno ‘Tiwanaku’ viene del termino en Aymara ’taypiqala’ qué significa “piedra en el medio”. Se creía que este sitio se encontraba en el centro del mundo. La mitología pensaba que el Lago Titicaca era el centro del mundo y que las dos islas se hicieron en el sol y la luna. La primera raza de gigantes de piedra salió de allí y luego los humanos.
Los Tiwanaku eran excelentes astrónomos y tenían un conocimiento profundo de el sol, la luna y las estrellas.Se cree que mucho de los monumentos que vas a ver, como la puerta del sol y de la luna, estaban alineados con el amanecer o el sol del medio día. El problema es que a través de los años los monumentos han sido cambiados de sus posiciones originales. Tiwanaku era un sitio sagrado y muchas personas hacían peregrinajes para adorar y alabar a los dioses.
Los indígenas Aymara son descendientes de los Tiwanaku y todavía celebran su año nuevo en las ruinas cada 24 de junio. Usan ropa tradicional de los Andes, toman singani y comen hojas de coca. Esperan al amanecer para subir al templo y ver los primeros rayos de sol del año nuevo.
Mega ciudad
La mayoría de los edificios datan del Periodo Intermedio temprano (200-600 d.C.). Empezó como un asentamiento primitivo que terminó siendo una gran ciudad con tecnología. Los Tiwanaku fueron maestros de la agricultura y construyeron sistemas de riego elaborados extrayendo el agua del cercano Lago Titicaca.
La cifra de habitantes varian según los expertos pero se cree que llegaron a tener hasta 70,000 personas. La cúspide de Tiwanakku se dio en el siglo ocho cuando era uno de los centros urbanos más importantes de los Andes. Su influencia llegaba a lo que hoy en día es Argentina, Chile y Perú.
Fueron atacados por una enorme sequía alrededor de 900 d.C. que duró por varias generaciones. Los habitantes fueron forzados a migrar o se morían de hambre. Esto causó el fin de la cultura Tiwanaku que duro aproximadamente 1,200 años. Esta cifra la hace una de las culturas antiguas que tuvo habitación continua en un solo sitio por mayor tiempo. Incluso más tiempo que cualquier sitio Inca.
En el siglo 15 los Incas se apoderaron de las ruinas mientras que conquistaban América del Sur. Se dice que para mostrar su poder, exhibían las cabezas de los jefes rivales en espigas y hacían cinturones con sus pieles.
Tiwanaku es un misterio
Fueron encontrados nuevamente por el conquistador español Pedro Cieza de León en 1549 mientras buscaba Qullasuyu, la capital del sur del imperio Inca. Los indígenas comentaron a los españoles que las ruinas fueron levantadas por gigantes. Otra teoría es que eran los restos de una población agnóstica a la que la Deidad había convertido en piedra porque se habían negado a albergar a su mensajero.
Los Tiwanaku hicieron alguno de los monolitos más impresionantes del mundo. Algunas piedras pesan hasta 25 toneladas. Ninguna civilización Pre-colombina tenia tecnología para transportar algo tan pesado. En tu visita asegúrate de buscar los dos monolitos en Kalasasaya que se llaman Fraile y Ponce.
Con 7.3 metros de altura, Bennett es el monolito más grande de todas las culturas de los Andes, y se encuentra dentro del museo. Esto se debe a que en 1933 (un año después que fue encontrado) fue trasladado por medio del ferrocarril a La Paz. En 2002 fue regresado a Tiwanaku.
Este monolito fue encontrado en el templo semi-subterráneo donde aún queda otro monolito llamado Barbado.
Patrimonio de UNESCO
En los 1960s, el gobierno de Bolivia empezó un esfuerzo por restaurar y reconstruir el sitio. Aún queda muchísimo por descubrir, por ejemplo en el 2015 encontraron un otra pirámide enterrada. En abril del 2019, arqueólogos marinos encontraron objetos ceremoniales antiguos en el arrecife del Lago Titicaca. Nueva tecnología seguirá encontrando más objetos de esta antigua mega ciudad.
Tiwanaku es considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde el año 2,000.
En el año 2010, UNESCO recomendó que no escalaran la pirámide de Akapana y puso el lugar en la lista de patrimonio en peligro. Cuando fui en el 2019 ya no sé podia escalar y había sido quitado la lista.
Sin duda vale la pena incluir una visita para descubrir la fascinante ciudad de Tiwanaku desde La Paz.