Casi desaparecieron los judíos en Marrakech

Hace un par de años compre un libro de turismo llamado Altas Obscura que muestra lugares interesantes en el mundo. Cada vez que hago un viaje voy a su página web para ver que encuentro en ese sitio. Si buscas Marrakech sólo salen tres sitios incluyendo el cementerio Miara para los judíos. Como puedes colaborar en su web, ahora puedes a encontrar algunas fotos mías en esa entrada.

Los judíos llegaron a Marruecos hace más de 2,500 años

No se sabe con exactitud cuando llegaron los judíos a Marruecos, pero si se sabe que fue antes que el país fuese una provincia de los Romanos. Se dice que los primeros llegaron en el siglo seis antes de Cristo después de la destrucción del primer templo en Jerusalén. Vivieron y se casaron con los Bereberes nativos. Fueron tratados bastante bien siempre y cuando pagaran sus impuestos a los sultanes. Este impuesto bajo el sistema jiyza era sólo para residentes no musulmanes.

En 1391, una ola de judíos llega a Marruecos después de las masacres que se dan en España. La cosas empeoran y finalmente en 1492 los Reyes Católicos ordenan la expulsión de los judíos de España. Después del establecimiento de la Inquisición española, la misión del gobierno fue sacar a todos los que practicaran otras religiones.

Desde 1438 forzaron a los judíos de Fez a vivir en una zona llamada mellahs, que sale de la palabra para sal en árabe. En esos tiempos los judíos eran obligados a ponerle la sal a las cabezas de los prisioneros que eran ejecutados. Esto sucedió después de una ola de violencia contra los practicantes de la religión. El Sultán los mudó a un barrio con paredes para poder protegerlos.

En 1912, finalmente mejoraron las condiciones de vida para los judíos bajo el protectorado francés. Durante la Segunda Guerra Mundial el Rey Muhammed V prohibió la deportación de los judíos.

Para 1948 habían unos 270,000 judíos en Marruecos. Desde ese año unos 295,833 judíos marroquíes emigraron a Israel por las condiciones de pobreza. Otros judíos decidieron migrar a Francia, Estados Unidos y Canada. A pesar que no hay relaciones diplomáticas ni económicas formales, la relación entre Marruecos e Israel es muy buena.

Actualmente quedan 250 judíos en Marrakech; 400 en Rabat; 250 en Meknes; 150 en Tangier y Fez; 100 en Tetuan y 5,000 en Casablanca. En Casablanca se encuentra el Museo Judío Marroquí, el único museo judío en cualquier país árabe.

La mellah de los judíos en Marrakech

El histórico barrio para los judíos en Marrakech fue hecho en 1558 durante el reinado de Moulay Abdallah. La idea era darles una zona tranquila en el centro de la medina, donde pudiera aprovechar sus talentos como artesanos. Altísimas paredes separaban las 18 hectáreas de los judíos de sus vecinos musulmanes. El diseño de las casas dentro de la mellah era diferente ya que tenían balcones, mientras que los musulmanes sólo tienen paredes con puertas.

Hay una puerta azul para entrar a la mellah que es conocida por haber sido milagrosa. Un grupo de hombres se acercó al vecindario con la intención de saquear, y un hombre llamado Murdukhai ben Attar, rezó por un milagro. Una barrera de llamas salió de la puerta y los atacantes se fueron. Los visitantes besan la puerta hasta hoy en día. Este señor esta enterrado como un santo en Miara, el cementerio judío en Marrakech.

Según un censo de 1947, habían 50,000 judíos en Marrakech. En los años 1960, casi todos decidieron migrar a Israel en búsqueda de una mejor vida. Muchas casas quedaron abandonadas y se ve el deterioro del barrio. Actualmente sólo tres familias judías siguen viviendo en la mellah. Varías tiendas justo fuera del mellah siguen siendo propiedad de los judíos. Venden principalmente especias, tela y passementerie.

El Palacio de la Bahía esta en este barrio, además de los museos Dar Si Said y Tiskiwin que muestran patrimonio cultural marroquí. La Plaza Rahba Kedim, era el antiguo mercado de esclavos, pero hoy en día esta llena de tiendas de especias. Los estrechos callejones dentro de la mellah tienen tiendas y casas que fueron vendidas a familias de bajos recursos.

En el 2015 se empezó un proceso de restauración y ya se han gastado unos 20.5 millones de dólares. La Plaza Ferblantiers, una zona peatonal cerca del souk de especias, fue beneficiada. Los nombres de lugares que se habían cambiado regresaron a sus nombres originales hebreos. Se esta volviendo un destino popular para los turistas judíos, especialmente durante las festividades.

La sinagoga Lazama

Hace años hubieron 30 sinagogas en Marrakech, pero actualmente sólo queda una: sinagoga Lazama de culto sefardí.

Es muy fácil encontrarla, ya que los locales te guían si te ven como turista. Por cortesía dije que si cuando me ofrecieron direcciones, a pesar que tenía una tarjeta SIM local y sabía donde quedaba usando google maps. Al final el chico me llevó a su tienda para tratar de venderme cosas. Le dije que ya había comprado especias y me fui. Según ellos, el mercado de especias en la mellah sólo abre un día a la semana y ese día siempre es el día que vayas.

La entrada de la sinagoga Lazama es una puerta muy sencilla en una pared roja con un letrero encima que dice “Slat El-Azama Synagogue”. El nombre Lazama deriva de “Al Azma” como referencia de aquellos que huyeron de España. Fue construida en 1492 durante la Inquisición.

Sirvió como casa para muchos jóvenes Bereberes que se convirtieron a judaísmo y fueron a aprender el Tora. En los 1960s fue abandonada y los salones fueron convertidos en museos que muestran antiguas fotos.

La entrada esta supuesta a ser gratis pero te cobran una pequeña donación, no opcional. El edificio es un riad del siglo dieciséis. Lo maneja Katherine Roumani, antropóloga inglesa, con su hija. Ellas viven en sitio y ofrecen información para los visitantes. Se usa para bodas y Bar / Bat Mitzvah de extranjeros que visitan Marrakech.

La sinagoga fue restaurada hace 10 años usando mosaicos típicos de Marruecos en colores azules y blancos para representar los colores de la bandera de Israel.

Tiene un hermoso patio interno con fuente donde paran los pájaros para tomar agua.

Puedes pasar un rato sentado en las bancas.

Cementerio Miara

La entrada al cementerio Miara pasa desapercibida ya que está en una gran muralla roja que bordea este enorme lugar. Debes caminar por la mellah hasta Avenue Taoulat El Miara.

Una puerta de madera con un signo en hebreo te indica que has llegado al lugar correcto. El sitio esta abierto todos los días. Se estila lavarse las manos en la salida y dejarle una pequeña propina al cuidador.

El cementerio fue construido hace más de 600 años. A pesar de que es el más grande en todo el país, es el único para los judíos en Marrakech y se quedó corto hace mucho tiempo. El cementerio tiene tres capas de enterramientos marcados por lápidas hechas de piedra.

Entre todas las tumbas sencillas sobresalen varios mausoleos hermosos que son un homenaje para los ilustres y rabinos de la comunidad.

Algunas tumbas tienen escrituras en hebreo, muchas no y sólo tienen piedras decorativas típicas de los judíos.

Hay tres secciones, una para hombres, una para mujeres y una tercera para niños.

Miles de judíos vienen a Marruecos en el aniversario de sus tzadik, un termino judío dado a personas consideradas justas, como figuras bíblicas y maestros espirituales.

Celebran un festival de rezos donde dan su respeto de forma jovial entre comidas y lecturas cerca de las tumbas. Los hombres puede ser que requieran usar un kippah cuando visiten el cementerio Miara.

Si visitas esta ciudad, asegúrate de dar una vuelta por el barrio judío que sin duda está a una corta distancia de tu riad en la medina de Marrakech.

 

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